Page 19 - Si los peces hablaran PDF interactivo

—Blaaah, Deep Frunding, Blug, Bliz Bliits… Ja, ja, ja. —estalló en carcajadas
totalmente exaltada—. ¡Pero qué divertido! Dos cosas: ¿cómo se te ocurrió la idea y por
qué pusiste también cosas reales?
—Primero, porque pensé que a los niños les gustaría que fuesen los peces quienes
contasen su historia. Y segundo, porque descubrí cosas tan interesantes sobre el mundo
marino, que quise que estuviesen en el cuento.

—¡Wow, qué buena idea! ¡Así también aprenderán leyendo tu cuento!
—¡Eso fue lo que pensé, cariño! —y continuó dulcemente metida en su lectura.
—¿Eso es de verdad o te lo has inventado? —preguntaba frunciendo el ceño y llevándose
las manos a la boca cada vez que oía algo que le parecía increíble, lo que llenaba de satisfacción
a su abuela por captar su interés.
—Parece ficción, ¿no? —preguntaba doña Teresa—. Pues, aunque parezca inventado,
¡es real! Por eso vi interesante escribir sobre esto, buscando proteger a todas las especies,
¡ya que cada una es única!
—Buah… ¡Me has dejado sin palabras, abela! —cosa inusual en ella, que nunca dejaba

de hablar—. ¡Ojalá lo leyesen todos los niños!
—¡Me encantaría! Estoy convencida de que ayudaría a concienciar. Lo que no sé es
cómo conseguirlo, cariño… —respondió con tristeza.
—Abela, ¿y si pedimos ayuda? Si contamos a nuestros amigos lo que sabemos, ellos a su
vez a los suyos y así sucesivamente, conseguiríamos entre todos que cambiasen las cosas y
evitaríamos que sufran tantos seres, ¿no crees?
—¡Me parece una idea estupenda, Lorena! —contestó orgullosa al escucharla.

—¿Qué te parece si formamos un club para ayudar al mar y que todo el que quiera pertenecer
a él cuente tu historia a otra persona? —no cabía duda de que su nieta era muy creativa.
—¡Me encanta tu idea, mi amor! La verdad es que creo que, si todos los niños del
planeta conocieran el cuento, cambiarían muchas cosas.
—Y, además, se divertirían leyéndolo. ¡Te lo digo yo! —contestó feliz, totalmente
emocionada con el relato—. ¡A mí me ha fascinado!

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