Page 15 - Si los peces hablaran PDF interactivo
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CAPÍTULO 1
¡No rompas la cadena!
L
orena espera con ansia la llegada de su querida abuela. Dos veces por
semana, Dña. Teresa la lleva al Centro de Danza. ¡A la niña le chifla bailar! En su academia
el tiempo pasa volando porque aprende lo que más le gusta. Siempre con una sonrisa en los
labios da rienda suelta a sus emociones, ¡porque se siente bailarina!
Otras de sus grandes pasiones son la lectura y los cuentos que le relata su abela (como la
llama cariñosamente la pequeña) cuando comparten los fines de semana.
—Tesoro, hoy no te voy a contar ningún cuento.
—¿Y por qué no? —preguntó extrañada.
Su abuela suspiró profundamente antes de hablar y, con rostro intranquilo, añadió:
—Lo que voy a contarte no se trata de ninguna fábula —con tono triste y mirándola
fijamente, aclaró—, sino de una realidad que lleva tiempo sucediendo en el mar. —Tras una
pequeña pausa, tragó saliva y le dijo muy preocupada—: Y que, desgraciadamente, está poniendo
en peligro tanto la vida de los seres marinos como la de los humanos. ¡Y no estoy exagerando!
—¿Que está en peligro la vida de los seres marinos y la de los humanos? ¿A qué te refieres?
—A que el problema es tan grande que nos afecta a todos, cariño.
—¡¡Abela, pero eso es horrible!! ¿Y no podemos hacer algo para evitarlo?
—¡Claro que podemos! Solo se trata de ser más responsables y de empezar a cambiar
nuestros malos hábitos, pero para que sea efectivo tendríamos que hacerlo todos los humanos.
—Y, entonces, ¿por qué no se ha hecho ya? ¡No lo entiendo!
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